Las empresas evolucionan en mercados competitivos y cambiantes, a los que hay que adaptarse. Cuando lo único seguro es el cambio, se producen situaciones traumáticas en el entorno laboral que generan ansiedad e incertidumbre en la plantilla. La resilencia es la capacidad para superar estas situaciones. Una habilidad sensible a la experiencia
El cambio asusta y no todos reaccionamos de igual forma. Unos pelean por mantener el status quo y otros aceptan el nuevo escenario de forma natural, encontrando estrategias para adaptarse. Los que resisten, los que luchan, los resilientes, aceptan la adversidad cambiando sus prejuicios sobre ella.
Hoy en día, la resiliencia es una habilidad imprescindible que se aprende con la práctica. Para poder desarrollar tu capacidad de resiliencia puedes seguir estos pasos:
– Conócete a ti mismo: las personas resilientes conocen sus potenciales y limitaciones, y saben usarlas a su favor. El autoconocimiento es un arma muy poderosa para enfrentarte a retos y adversidades.
– Sé creativo: no intentes pegar el jarrón roto, ya nunca a volverá a ser igual. En su lugar, haz un mosaico con los trozos rotos.
– Confía en tus capacidades: ponte en valor trabajando. Y recuerda: de vez en cuando, todos necesitamos pedir ayuda.
– Asume las dificultades como una oportunidad para aprender: las crisis son una oportunidad para aprender, crecer y cambiar.
– Practica el mindfulness o conciencia plena: ¡No te arrepentirás!
– Mira la vida objetivamente, pero con un prisma optimista: desarrolla el optimismo realista, también llamado “optimalismo”.
– Sé flexible ante el cambio: adapta tus planes y cambia tus metas cuando sea necesario.
– Sé tenaz en tus propósitos: no luches contra molinos de viento, aprovecha el sentido de la corriente y fluye con ella.
– Afronta con humor la adversidad: aprende a reírte de la adversidad, esto te permitirá enfocarte en los aspectos positivos de las situaciones.
– Busca la ayuda de los demás y el apoyo social: sé consciente de la importancia del apoyo social y no dudes en buscar ayuda profesional cuando lo necesites.
“No es cómo te caes, sino cómo te levantas”
(Stanley Bandelac)